Eléctricas

Dibujo publicado en "La Voz de Galicia" edición de Ferrol - 29 - 01 - 2017

REDACCIÓN / LA VOZ 29/01/2017 09:45

F. FERNÁNDEZ
Una familia que disfrute de un contrato de suministro eléctrico en el mercado regulado por el Gobierno cuya potencia contratada sea de 4,4 kilovatios y que consuma anualmente 3.500 kilovatios hora pagará este mes casi un 30 % más por la factura que en enero del 2016. Además, el recibo será para esa misma familia un 10 % más caro que en diciembre. Son cálculos efectuados por la Axencia Provincial da Enerxía sobre el impacto medio que tendrá el incremento del precio de la electricidad en el mercado mayorista a lo largo de este enero. El megavatio hora cuesta ahora casi un 100 % más que un año antes (de 36 euros pasó a 71) y un 17,5 % más que el mes pasado (que cerró en 60,4 euros).

Sargadelos

Dibujo publicado en "La Voz de Galicia" edición de Ferrol - 22 / 01 / 2017


La galería Sargadelos cierra. Comenzará a liquidar sus cerámicas y libros, que ofrecerá con un descuento del 20 % hasta que las estanterías se queden vacías. Entonces se clausurará no solo una tienda de referencia, sino un espacio de exposiciones, cursos y encuentros culturales. Los responsables de este espacio -una franquicia de la marca- emitieron ayer un comunicado en el que culpaban directamente a las dos fábricas de cerámica Sargadelos.
Este establecimiento cuenta con 26 años de historia, tres empleados y es una de las franquicias de cerámicas Castro (junto a otras como la de Vigo, Pontevedra, Lugo o Boiro). Los responsables actuales apelan a las graves diferencias con las factorías (Cerámicas do Castro S. L. y Cerámica de Sargadelos S. L.) con las que firmaron un contrato en el 2012. 

El de Ferrol era uno de los locales que suministraba para toda Galicia piezas usadas en hostelería (entre otras, los icónicos grifos de cerveza) y, precisamente esta actividad la convertía en una de las más rentables.

Reyes

Dibujo publicado en "La Voz de Galicia" edición de Ferrol - 08 - 01 - 2017

Campana sobre campana

La iglesia de San Benito de Seráns es uno de tantos templos gallegos que, por la despoblación de las zonas rurales y la falta de sacerdotes de nueva generación, se ha quedado sin feligreses y con un cura que atiende más parroquias y obligaciones en la zona. El encargado de abrir la capilla varios días por semana es José Sanlés, un vecino que, además de dar catequesis, se encarga de mantener todo en orden. Una mañana, Sanlés se encontró tiradas en el suelo las cuerdas de las dos campanas que, desde su construcción, coronaban el campanario. La sorpresa fue, dice este vecino, que al mirar hacía arriba las campanas ya no estaban.
La iglesia de Seráns se encuentra a los pies de una pequeña aldea, con el mismo nombre, de la parroquia de San Pedro de Muro, en Porto do Son. Sanlés informó de lo ocurrido al párroco, que, a su vez, le pidió que notificase los hechos a la Guardia Civil. Desde entonces, y tal y como recordaba ayer el mismo Sanlés en compañía de Aurelio Parada, sacerdote jubilado de Seráns que también ayuda a mantener el templo y la casa rectoral (hoy dedicada a la catequesis), no han vuelto a tener noticias de la sustracción de las campanas, que están hechas principalmente de bronce, y fueron robadas casi seguramente para fundirlas y lucrarse con los beneficios que puede aportar la venta de este metal.

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